martes, 30 de noviembre de 2010
sábado, 10 de abril de 2010
El contorno izquierdo de ambos cuerpos es delineado por la luz firme y cálida que danza sostenida desde una vela. El lado derecho es acariciado y desdibujado por la oscuridad de lo que podría nombrarse como una habitación subterránea, que de no ser por el ruido de la calle y el poco color naranja del alumbrado público que logra filtrarse por esa puerta que nos separa del mundo de ellos, del mundo que tantos llaman real, aseguraría de manera atrevida que participamos de una dimensión loable y palpable solo desde la percepción arraigada en este momento del que solo tú y yo logramos ser cómplices.
Aquí el tiempo hace tiempo se detuvo. Aquí no importa más que tu respiración agitada y el calor de mi piel, el ruido visual que se produce mientras nuestras manos nos descubren. Aquí somos dos, en unos segundos uno. Aquí somos lo que desde hace tiempo quisimos.
Vuelvo a estremecerme, en este instante creo en tus ojos más que en nada en este mundo. Creo en tu amor, creo en tus labios, voy a seguir volando, y creo que no vas a dejarme caer, también creo en llevarte conmigo sin importar la dirección del viento. Estamos entrelazándonos uno al otro porque cuando el universo conspira el amor suspira. No quiero repetir mil veces te amo. Decirlo una vez será más que suficiente para que lo sientas, ahora voy a guardar silencio y despertarme del mundo para disfrutar este sueño.
Puedo sentirte dentro y fuera de mi, puedo sentir tu tacto que sutil pero feroz envenena mi cuerpo célula por célula, tu aliento que tienta mis besos, tu corazón palpitando al ritmo de los movimientos de mis caderas, puedo sentir el color del cielo que ahora tocas. Mis entrañas se desesperan por la fuerza de tus brazos sosteniendo mi cintura, no puedo hacer más que dejar que hagas de mi cuanto quieras, que modeles la forma perfecta del placer con tu piel rozando constantemente mi piel.
Mis piernas tiemblan y entre ellas se crea un oleaje en el cual podrías navegar impaciente sin encontrar nunca la orilla. Siento una y otra vez la presión de tu cuerpo contra mi cuerpo y juro que mientras tu imagen se desvanece en cientos de colores puedo cerrar mis ojos y deshacerme en un grito que hará vibrar nuestros huesos con el eco casi sólido de nuestro deseo. Tu lengua en mi cuello, conjugo el complemento perfecto de esas palabras que juguetearon en mi oído pidiendo la fiera que mi placer podría desatar como aullidos que más tarde tratarás de silenciar satisfactoriamente poniendo tus brazos cerca de mis labios y creando además el manjar perfecto para el clímax.
Cuando vuelva el sol, cuando el afuera este frente a mí de nuevo, mi sonrisa le contará al mundo una historia de sensaciones que la noche dejó pegada junto con el sabor de tu sudor que ahora vaga libre por todo mi cuerpo, mañana, mi sonrisa, hará frágil mi silencio y convertirá mi mirada en un deseo desbocado que posiblemente solo se calmara dirigiendo al cielo estos ojos que ahora son incapaces de no pronunciar tu nombre cada vez que mis párpados los desnudan. Mañana, mi sonrisa despertará antes que mi consciencia y repetirá una y mil veces que la felicidad se escribe con las iniciales del único nombre que ahora saber pronunciar mi voz.
"“Tu es mon ange, mes ailes, tu es mon amour."
jueves, 18 de marzo de 2010
Conclusión...
miércoles, 17 de marzo de 2010
Agua de lluvia con sabor a hierbas.
sábado, 13 de marzo de 2010
Las distancias y el sur.
viernes, 5 de marzo de 2010
Tus letras en mi abecedario...
domingo, 28 de febrero de 2010
Cuestión de gustos.
viernes, 26 de febrero de 2010
resurrecciones secretas.
miércoles, 24 de febrero de 2010
Telón de fondo, inverno perfecto.
martes, 16 de febrero de 2010
Desde cero... daños colaterales.
viernes, 12 de febrero de 2010
Acción y evasión... correr frente a un espejo.
jueves, 11 de febrero de 2010
Incontenible ...
lunes, 8 de febrero de 2010
jueves, 21 de enero de 2010
DICCIONARIO DE LA LENGUA ESPAÑOLA - Vigésima segunda edición
solo1, la.
(Del lat. solus).
1. adj. Único en su especie.
2. adj. Que está sin otra cosa o que se mira separado de ella.
3. adj. Dicho de una persona: Sin compañía.
4. adj. Que no tiene quien le ampare, socorra o consuele en sus necesidades o aflicciones.
5. m. Paso de danza que se ejecuta sin pareja.
6. m. Juego de naipes parecido en su marcha al tresillo, y en el cual gana quien hace por lo menos 36 tantos, contando por cinco la malilla de cada palo, que es el siete, por cuatro el as, por tres el rey y por dos las demás cartas, excepto los doses, ochos y nueves, que se han quitado previamente de la baraja.
7. m. En el juego del hombre y otros de naipes, lance en que se hacen todas las bazas necesarias para ganar, sin ayuda de robo ni de compañero.
8. m. solitario (‖ juego).
9. m. Mús. Composición o parte de ella que canta o toca una persona sola.
a mis, a tus, etc., solas.
1. locs. advs. En soledad o retiro; fuera del trato social.
2. locs. advs. a solas.
a solas.
1. loc. adv. Sin ayuda ni compañía de otro.
dar un importuno un ~ a alguien.
1. loc. verb. coloq. Molestarlo, contándole prolijamente cuitas o aventuras que interesan poco o nada a quien las oye.
de solo a solo.
1. loc. adv. Sin intervención de tercera persona; de una a otra, entre dos solamente
jueves, 7 de enero de 2010
Tres días en resumen.
De nuevo un parque, la sombra de los árboles, el solecito de la tarde, café caliente, cigarrillos baratos y el viento fuerte rodeando el cuerpo. El dolor en las piernas, los brazos, la espalda. Una vez más la ansiedad, otro cigarrillo, chicle de menta y una llamada que hace temblar mis dedos al marcar un número que ya memoricé. El exceso en el cuerpo, el cansancio que reconforta, tu sonrisa que provoca mi sonrisa, girasoles verdes buscando mis ojos. Ya casi es media noche y me pongo de pie, camino y no hay luna. La luz de los autos en mis ojos. Sonidos de besos, el sonido del amor en una acera. Una mirada sospechosa, una noche tranquila, una ducha caliente para poder dormir, la promesa de soñar con cierto chico. Amanece de nuevo, cierto chico hace que mi pecho se estremezca cuando suena el teléfono. Salgo a caminar la tarde, a ver la tarde. El sol que cae, mi perro que olfatea el mundo, el color de un lugar solitario, el día que muere, un algo encendido en medio de la carretera que se despedaza en lucesitas naranjas que parecen bailar con el viento. El frío de la noche, respirar hondo, suspirar hondo, pensar si duermes o si piensas. El ruido de un gato en el tejado, un vaso de avena fría, el olor de los ladrillos húmedos, mi cama que espera, la noche de mañana, tu sonrisa para sonreír, el sabor a manzana en mi boca.
Cierro los ojos y decido quedarme inmóvil ... por ahora hay demasiadas estrellas dentro de mi cabeza.