viernes, 30 de octubre de 2009

sábado, 17 de octubre de 2009

Me pierdo entre el verde y casi tiemblo mientras las cuerdas vibran y sigo el mismo ritmo.
Sonrreír se hace una expresión constante en mi rostro, un gesto permanente ...
De seguro soñaras con migo esta noche, de seguro pensaré

martes, 13 de octubre de 2009

mientras la espalda me arde con el contacto del aire frío, y las marcas blancas en mi piel se hacen más visibles decido:
1. No dormiré esta noche.
2. No voy a volver al lugar al que trabajo (trabajaba)
3. No voy a pararme de la cama, si es posible nunca más.
4. Mientras no duermo pensaré en que cierto chico sueñe conmigo
La habitación huele a incienso y a papel quemado desde las 7: 00 am. Mis zapatos aún están llenos de tierra, mis pensamientos llenos de él. Ayer recogía caracoles mientras sonreíamos y caminábamos por sendas que se perdían entre los sembrados de café, mirábamos el cielo blanco, y muy al fondo azul, montes y montañas azules, un olor verde pálido, el aire casi amarillo, montañas azules, y caracoles blancos, líquido naranja para refrescar la garganta, un paso, dos pasos, perder el camino por séptima vez.

jueves, 1 de octubre de 2009

Ya las lágrimas se secaron, la rabia dejó de estorbar en la garganta cuando respiraba, saque de mis bolsillos todo lo que me estorbaba y el resto de peso físico incluida mi ropa fue a dar a cualquier parte en el suelo de mi habitación, conté hasta diez, escuche varias canciones y sobreviví, leí un mensaje de texto que de nuevo me hizo llorar (desde hace meses admití la posibilidad de que las lágrimas se acaben). Paso la media noche y aún tengo cigarrillos. Metí mi convicción junto con la lista de cosas que creo que aplazaré la mitad de mi vida. Respiro profundo una vez más, solo una vez más y mi reloj despertador marca las 6:00 am como un recordatorio demasiado cruel que me recalca el lugar al que no estoy segura de querer volver. Hay comida preparada y empacada en la nevera, comida que otra vez no voy a tomarme la molestia de consumir. Mi perro gruñe mientras lo abrazo, ya no se si gruñe por que lo abrazo o lo abrazo por que gruñe, pero me gustan sus dientes, me gustan más de lo que me gusta el café por las mañanas. Me gusta pensar en las personas a mi alrededor, extrañarlos cuando me rió sola y llamarlos para llorar en compañía, para embriagarme en compañía, para ver las tardes morirse mientras nos sentamos en un buen lugar y disfrutamos el viento, para darle sonidos a la noche, para abrazarme con el hecho de que existan en mi vida, para pedir perdón cuando mi rabia estalla. Estallar, explotar, son buenas palabras, no me gustan las implosiones, me gusta crecer y salir, no vuelo , no tengo alas, no me gustan las alturas, mi concepto de libertad es diferente.
Por hoy la risa esta seca, la tranquilidad agotada, las ganas perdidas entre gritos y frustraciones,
por hoy lo mejor es ir a la cama con un pastillita amarilla de 2mg y un vaso de agua. Me gusta la idea de que la tierra gira, por hoy accedo a la felicidad de que mañana sea un día diferente, un aire diferente, un cielo diferente, un día distinto a hoy.
Aun sin correr puedo ir donde quiera solo siguiendo el ritmo de mis pasos.