martes, 21 de octubre de 2008

Siempre lo de siempre y como siempre.

como quien no quiere, pero pasa lo que pasa los viernes, siempre, con personas distintas pero aún en los mismos lugares... F. quiero volar me acompañas ?, es bueno tener compañía para ciertas cosas, y volamos y luego navegamos en ron y cerveza, y luego pasa lo que pasa todos los viernes, despierto y en mí memoria no están las últimas horas de la noche, solo imágenes, pedazos de secuencias confusas.
y el sábado pasa lo que pasa casi todos los sábados, ahora sí, retomo como propios los lugares que estaba olvidando, y me voy a volar otra vez, a volar con aviones, a volar con lo que escucho que es más sano. me siento en la misma barra unas cuantas sillas a la izquierda, la cerveza medio llena, una copa de ron medio vacía, el paquete de cigarrillos recién empezado. N. llega unas horas más tarde, me saluda y no me gusta la tristeza en su rostro, no me gusta su expresión, es más linda cuando sonríe y tiene razones para hacerlo, un abrazo fuerte y nos despedimos, un abrazo fuerte y ella se va. afuera llueve como todas las noches, hace un frío rico, un frío de esos que dan ganas de tener compañía, de esos que dan ganas de abrazos, de cama, de sexo, de " no me dejes esta noche to night".
caminar por el centro de la ciudad después de la 1:00 am es placentero, ver todo mojado al rededor es bonito, una cuadra, dos cuadras, 20 min de caminar y caminar, mucho aire frío tocándome la cara, los semáforos en amarillo, semáforos que titilan, gente que aunque poca te sigue con la mirada mientras pasas, gente que camina desconfiada mirando hacia todos lados.
un cigarrillo y seguro me voy, ya es hora de dormir... no más cigarrillos.