miércoles, 9 de enero de 2008

sinestesia







Era miércoles en Bolívar. el pueblo estaba solo, todo cerrado por supuesto.
el taxi me recogió a las 5:15 pm, el destino Medellín. la tarde fría, llovía mucho,
me gusta bolívar cuando llueve, caminar por sus callesitas mojadas. no importa ,esta vez solo era espectadora, cuando el taxi paso por el frente del parque, me dieron ganas de chuparme esa imagen desde atrás de la ventana, saborearla. ese parquesito de pueblo tenía sabor a menta, a menta de colorcitos, a quiero cerveza y ron en una cantina, a que la tarde tenía un sonido verde y naranja, y que el suelo era suave suave, el aire caliente fuerte y con textura de granizado de café de los andes. quería bajarme del taxi, quería una sombrilla roja, quería comer mago viche con sal.
quería recuerdos con sabor a menta y una tardecita sin ausencias nuevas.
quería recordar esos 30 segundos de lluvia en saborcitos que pudiera tocar cuando los pienso.
quería musiquita de colores entrando por mis ojos.
quería por un momento no volver a parpadear y conservar toda la sensación de esa imagen.