sábado, 26 de septiembre de 2009

De-spacio...

En mi reloj el tiempo no corre. Por la calle veo pasar una bolsa plástica de color blanco arrastrada por el viento. Pienso en el desierto, en las películas de vaqueros y las bolas de heno. Detesto el calor. Aspiro por última vez mi cigarrillo, tomo el último trago del líquido amarillo que hay en mi vaso. Espero que el viento y la humedad de la noche conviertan mi cama en algo realmente apetecible. Me pongo de pie y con diez pasos largos llego de nuevo a mi habitación. Mi tiempo a decidido estancarse por un rato más. No recuerdo que quería escribir hace dos noches, ni en la madrugada de ayer, no se a quien quería decir algo mañana. Se que ya pensé en una hora en punto y en una letra del abecedario, ya sonreí, mire el cielo oscuro cubierto de nubes y relámpagos que fabricaban un espectáculo de luces. Quiero que el día de mañana sea lunes aunque no tengo ganas de trabajar. Quiero que sea de noche y no tengo ganas de dormir. Oigo una vos entre mis pensamientos y una risa constante, pierdo ese rostro cada que intento tocarlo con mi memoria, una imagen se disuelve entre la respiración agitada, las leyes de Morphy aún dan vueltas en mi cabeza. Y otra vez pero cuando casi había sol , volví a pensar en una hora en punto y en una letra del abecedario.