lunes, 11 de mayo de 2009

traslúcida

te recordé y me pregunte si estas vivo. o despierto. o si tienes frío.
en una noche encontré tus ojos mientras buscaba cualquier otra cosa. tu mirada dejaba escapar mundos y ganas destrozadas. melancolías y palabras suaves mezcladas con tonos de fracasos.
yo imaginé lo que pasaba en tu cabeza, luego pensé en barquitos de papel hundiéndose entre charquitos dulces, y amargos, hondos-densos-profundos .volví a pensar en tus ojos.
quisiera entender que este silencio nada tiene que ver conmigo. quisiera correr y abrazarte, poder besar el fondo de lo que te duele. pero el agua en las calles no me permitió llegar. no se puede tocar lo que no existe. las distancias cercanas suelen provocar grandes daños.
retrocedo en mis ganas dando dos pasos hacia atrás.
no puedo lamer las gotas de tu tristeza. no soy yo quien se acercará a lamer tus heridas. se me ocurre regalarte sonrisas amarillas que vuelen por el aire, sonrisas que viajen prendidas de las alas de una mariposa, sonrisas, por que no me gusta este silencio. sonrisas, seguro podría lamer tus sonrisas.

1 comentario:

jack casablanca dijo...

no tanto las sonrisas. los labios. hay que lamer y morder mucho los labios, aunque parezcan sacados de un lugar secreto del ártico. y si es con tequila, mejor. y no olvidar decir No a las drogas.